Muy rápido y en silencio se movió la dirigencia de Cruz Azul para cerrar la octava contratación de cara al Clausura 2022. Cuando parecía tener todo acordado con Boca, Ángel Romero se transformó finalmente en nuevo jugador de la Máquina Cementera. El hábil atacante paraguayo arrastra una larga inactividad, pero tiene credenciales para transformarse en un gran atractivo de la Liga MX.

Ángel Romero viene de jugar en las dos ligas más competitivas de Sudamérica, como lo son las de Brasil y Argentina. Allí, dejó buenos números y se consolidó como un atacante capaz de marcar las diferencias. De todas formas, su debut como jugador profesional fue en 2013, con la camiseta de Cerro Porteño, en su país. Allí, sólo alcanzó 11 partidos, en los que marcó un gol y entregó una asistencia.

Muy rápido, el paraguayo fue transferido a Corinthians, donde llegó en 2014. Allí permaneció durante cinco temporadas, en los que jugó 136 encuentros, marcó 20 goles y cedió 14 asistencias. Aunque sus cifras no resulten impresionantes, Ángel Romero supo hacerse un sitio como titular y formó parte de cinco títulos con la institución: tres Campeonatos Paulistas (2017, 2018 y 2019), así como dos Brasileiraos (2015 y 2017).

Su paso por San Lorenzo de Almagro fue mucho más breve, pero incluso, más determinante. Jugó 55 partidos, en los que registró 13 goles y 12 asistencias. En el club argentino, Ángel Romero tuvo un rol más protagónico y se convirtió en uno de los predilectos de la afición. Su último partido con la camiseta azulgrana fue en el 22 de agosto de 2021, por lo que la nueva incorporación de la Máquina arrastra una prolongada inactividad a nivel de clubes.

Tres meses sin jugar

Ángel Romero arrastra una prolongada inactividad, ya que San Lorenzo le rescindió su contrato por dificultades económicas. A partir de allí, el atacante fue convocado por su país para las Eliminatorias Sudamericanas. Fue titular en siete partidos disputados entre septiembre y noviembre. Su último encuentro fue el 11 de noviembre, en la derrota de Paraguay ante Chile, cuando jugó 76 minutos.