Los Juegos Olímpicos son una competición que abarca un sinfín de disciplinas de todo tipo, con atletas provenientes de todas partes del mundo y espectadores que siguen el evento a lo largo y ancho del planeta. Sin embargo, dentro de esta fiesta del deporte no faltan los ‘marginados’.

Uno de ellos y quizás el más significativo, es el del automovilismo, que no forma parte del evento deportivo, pese a ser a nivel mundial una de las disciplinas más populares. Su ausencia en la cita olímpica sorprende en cada celebración: no está entre los 32 deportes presentes.

La razón de base es que no forma parte del programa olímpico oficial redactado por el COI (Comité Olímpico Internacional). Sin embargo, hay varios motivos de trasfondo que hacen que el automovilismo no sea reconocido por esta entidad para ser incluido en la competición.

Los Juegos Olímpicos pierden un gran valor al no permitir el automovilismo [Foto: Getty]

En principio, argumentan desde el organismo, se trata de un “deporte caro”, lo cual en un suceso de semejante magnitud hace que cueste mucho dinero la preparación de un automóvil para competir en un circuito y la organización de una competencia con pilotos.

Por otra parte, uno de los requisitos de la carta olímpica, reglamentación oficial del torneo, es que se trate de una práctica masiva a nivel protagonistas (no en público); esto es, que se dispute en una determinada cantidad de países y continentes, y sobre todo, que haya una paridad o más igualdad entre práctica masculina y femenina. En este punto, el automovilismo aún no cumpliría el criterio solicitado.

Por último, el COI tampoco ve con buenos ojos al automovilismo ya que pretende unificación de categorías, y este deporte abarca numerosas disciplinas, un hecho que lo termina dejando fuera de la cita olímpica. Todos estos argumentos hace que se insinúe como algo ‘intencional’ la marginación del automovilismo.