Este domingo, en su visita al Saint James Park por la jornada 27 de la Premier League, Wolverhampton hizo méritos para tener mayor suerte pero terminó regresando a casa con las manos vacías luego de ser derrotado 2-1 por Newcastle, que se ubicó en la quinta colocación y complicó a los Wolves, que navegan la zona baja de la tabla.

Con las acciones igualadas y sin goles, Raúl Jiménez reclamó un empellón del portero Nick Pope luego de intentar eludirlo en velocidad. Sin embargo, el árbitro juzgó que no había infracción y el VAR ni siquiera intervino para revisar una acción de posible penal que podría haber cambiado el desarrollo del encuentro.

Poco después, Las Urracas se pusieron en ventaja gracias a un gol del sueco Alexander Isak y con ese resultado, que merecía por lo hecho en la primera mitad, se fue al descanso. En el complemento, Los Wolves tuvieron una muestra de carácter y empujaron en busca de la igualdad.

La búsqueda se concretó tras el ingreso del coreanoHee-Chan Wang. Raúl Jiménez la peleó en el área, Trippier falló en un intento de despeje y éste solo tuvo que empujar para poner el 1-1, cuando quedaban por disputarse 15 minutos para el descuento.

Pero también Newcastle encontró soluciones en el banco de suplentes y el ingresado Miguel Almirón no solo comenzó una gran jugada de ataque sino que también llegó para definirla con un gran remate que decretó el 2-1 definitivo para el equipo local.