Hubo una vez, hace ya más de 50 años en América Central un conflicto bélico que pasó a la historia como la Guerra del Futbol. En 1969, El Salvador y Hondudras estuvieron en tensión un conflicto social y agrario que detonó en un enfrentamiento armado tomando como pretexto la eliminatoria hacia la Copa del Mundo México 1970. Un episodio que se recuerda por el enfrentamiento entre cuscatlecos y catrachos por el octagonal de la Concacaf hacia el Mundial Qatar 2022.

Las selecciones salvadoreña y hondureña llegaron a la segunda de tres rondas de la eliminatoria de Concacaf para el Mundial. En junio de 1969, cuscatlecos y catrachos se enfrentaron en una serie a visita recíproca para buscar el pase a la tercera y última ronda ante Haití.

El domingo 8 de junio en Tegucigalpa, Honduras venció 1-0 a El Salvador que el día anterior al partido fue tratada de manera hostil. La prensa salvadoreña denunció que a los jugadores de su país se les dio comida en mal estado que les causó diarrea y por la noche los aficionados locales no los dejaron dormir.

A la semana siguiente, El Salvador recibió a Honduras. La noche anterior al partido, según consignó el periodista Ryszard Kapuscinski, los aficionados locales rompieron los cristales del hotel de concentración para arrojar a las habitaciones de los jugadores visitantes "huevos podridos, ratas muertas y trapos apestosos". Los hondureños perdieron 3-0.

Como no contaba el marcador global como criterio de desempate y cada equipo ganó un partido, el viernes 27 de junio se disputó un tercer juego en cancha neutral: el estadio Azteca de la Ciudad de México donde ganó El Salvador con marcador de 3-2 en tiempo extra.

La Guerra de las 100 horas

A partir de la década de 1920, miles de salvadoreños emigraron a Honduras para trabajar en el campo. Cuando se jugó la mencionada serie eliminatoria de 1969 entre ambas selecciones se calculaba que en territorio catracho vivían y laboraban unas 300 mil personas originarias de El Salvador.

A esas alturas, los campesinos hondureños estaban resentidos con los migrantes y también con los poderosos terratenientes. Para aliviar esa tensión, el presidente de Honduras Oswaldo Martínez Arellano tomó la decisión de deportar a alrededor de 11 mil salvadoreños.

La serie eliminatoria entre ambas selecciones ya se había jugado y el 14 de julio, el gobierno de El Salvador lanzó una invasión militar con carros de combate que cruzaron la frontera con Honduras al tiempo que hubo ataques y contrataques áereos. El conflictó terminó, con mediación de la Organización de Estados Americanos, el 18 de julio y por eso se le conoce como la Guerra de las 100 horas además de Guerra del Futbol.

A consecuncia del conflicto armado murieron entre 4 mil y 6 mil personas y se calcula que unos 130 mil jornaleros indocumentados fueron obligados a dejar Honduras y volver a El Salvador. Meses después, entre septiembre y octubre, la selección salvadoreña retomó la eliminatoria ante Haití y clasificó al Mundial por primera vez.