No es una situación nueva la hostilidad que suele recibir la Selección mexicana en ciertos territorios de la Concacaf. El Estadio Cuscatlán siempre fue uno de los escenarios en los que el odio y los malos tratos se hacen presentes, y ayer, antes del triunfo frente a El Salvador por 2 a 0, ocurrió un claro ejemplo de ello.

En la previa al duelo, los aficionados del país centroamericano no respetaron el himno del Tri y abuchearon encima del sonido. Poco sirvió la petición de la voz del inmueble de que no lo hagan, así como gestos de reprobación de una parte de los seguidores en la grada, dado que igualmente muchas personas optaron por llevar adelante esta reprobable acción.

También tiraron objetos al campo

Como si el abucheo al himno no fuese lo suficientemente cuestionable, los concurrentes también lanzaron objetos contra elementos del Tri cuando salieron al campo de juego y hacían la entrada en calor. El más agredido fue el portero Guillermo Ochoa, puesto que atrás de su portería estaba la barra Vietnam, una de las más agresivas de la región.

A Memo le arrojaron botellazos de agua que, afortunadamente, no impactaron contra su cuerpo. Al resto de los elementos también les tiraron objetos contundentes y debieron salir custodiados por la policía al volver al vestidor.