Santiago Giménez llegó al Milan como fichaje de jerarquía en el último mercado de pases. El ex canterano de Cruz Azul, que brillaba en Feyenoord, fue comprado por 35 millones de euros. El equipo italiano sabía de las condiciones del mexicano, quien les iba a aportar lo que necesitaban.

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Su comienzo en uno de los clubes más importantes de Europa fue único. En tan solo cinco partidos, ya lleva tres goles y una asistencia, siendo así una de las máximas figuras del plantel que dirige el portugués Sergio Conceição.
Sin embargo, este martes el conjunto italiano sufrió un durísimo golpe inesperado tras quedar eliminado de la UEFA Champions League a manos del Feyenoord. Más allá de que Bebote se lució con un gol antes del minuto de juego y le dio esperanzas al equipo de clasificar, no terminó siendo así. Los neerlandeses empataron en el complemento y aprovecharon la ventaja que habían sacado en su cancha para meterse en los octavos de final.
Previo a este partido, el histórico Zlatan Ibrahimovic había advertido a Giménez, a pesar de que este se adaptó rápidamente desde su llegada y rindió a la perfección. Pero le pidió que tenía que esforzarse al máximo si quería ganarse su lugar.

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“Esperamos mucho de los nuevos fichajes, ya están listos y pueden dar resultados de inmediato. De (Santiago) Giménez espero que marque porque es un killer, pero también debe correr porque, de lo contrario, no jugará con el entrenador”, fueron las palabras del sueco, quien hoy es asesor principal de propiedad y alta dirección.
El sueño de Zlatan Ibrahimovic que no fue
“El cuarto puesto en la Serie A es un objetivo, pero ahora lo que más importa es la Champions. El Milan es un club que hace historia ganando títulos. Basta con mirar la historia de la Liga de Campeones. Mañana es una final y tenemos que hacerlo bien”, había expresado Zlatan antes del cruce ante Feyenoord para motivar al plantel, pero no alcanzó.





