Racing Club de Avellaneda e Independiente jugaron dejando todo para poder ganar, cada uno con sus formas y estilos. El equipo de Paolo Guerrero no confió desde un comienzo en el delantero peruano, lastimosamente para todos los que queremos verlo muy bien.
El atacante nacional no arrancó por decisión de Fernando Gago, en su lugar estuvo Maximiliano Romero, que no atacó nunca, peleó siempre, pero su posición es ser centro delantero. Ahí quizás estuvo la deuda de La Academia en esta oportunidad.
Paolo Guerrero recién tuvo actividad en el minuto 69, por el mencionado Maxi Romero. Para hacer lo que mejor sabe, darle actividad a la ofensiva, jerarquía, y ese peso necesario para hacer temer al rival. Pero todo hace indicar que le faltó tiempo.
El Depredador ingresó bastante bien, peleando con la dupla de centrales del Rojo: Sergio Damián Barreto y Cristian Báez. Un par de veces fue al piso por faltas duras, pero no fue la solución que esperaba Fernando Gago cuando lo hizo entrar.
Con este resultado, Racing Club pierde la chance de seguir peleando en la Superliga Argentina. En el papel, Independiente de Avellaneda en el clásico de la ciudad, era un partido sumamente sencillo por su bajo rendimiento actual. Pero, al parecer, el club que hace de local en el Cilindro, revivió al Rojo.