La Federación Peruana de Fútbol enfrenta una grave crisis de credibilidad y gobernanza, surgida de recientes polémicas que cuestionan la transparencia y ética de sus operaciones internas. La situación escaló tras la salida de Óscar Ibáñez como director técnico interino al finalizar las Eliminatorias 2026, lo que desencadenó una serie de revelaciones sobre posibles manipulaciones en la asignación de cargos y la conformación de selecciones.

¿Manuel Barreto traicionó a Óscar Ibáñez?

Tras la partida provisional de Ibáñez, Manuel Barreto fue nombrado su reemplazo para los próximos amistosos. Sin embargo, este nombramiento ha sido controversial, ya que Ibáñez denunció una posible traición desde sus actos, por esta falta de lealtad en las altas esferas de la FPF. Donde prácticamente venía haciendo su labor en silencio, desde el acto de menores. Por ende, es bastante polémico como se maneja todo en este preciso instante dentro de VIDENA.

En el programa “Doble Punta”, Ibáñez relató el incidente que encendió las alarmas: al buscar a Barreto para hablar sobre la posible convocatoria de un jugador, encontró en su oficina una lista de futbolistas para la selección mayor que no había sido elaborada ni por él ni por su comando técnico. Esta revelación es crucial, dado que Ibáñez era el director técnico interino de la selección absoluta y la elaboración de la lista era su competencia exclusiva.

Óscar Ibáñez trabajando en la Federación Peruana. (Foto: Deporte Directo).

Manuel Barreto ahora técnico del primer equipo

Esta información ha generado un intenso debate en el fútbol peruano, con serios cuestionamientos sobre la lealtad y la ética dentro de la FPF. El hecho de que Manuel Barreto, entonces jefe de la Unidad Técnica de Menores, manejara una lista de convocados para la selección “adulta” sugiere una planificación paralela y una posible intromisión en las decisiones del cuerpo técnico principal, socavando la autoridad de Ibáñez y sembrando desconfianza sobre la transparencia del proceso de selección.

La posterior salida de Ibáñez y la designación oficial de Barreto como su sucesor parecen confirmar esta versión de los hechos. La decisión de la FPF valida la idea de una transición interna ya en marcha, pero de forma poco transparente y, posiblemente, desleal. Este caso ha puesto al descubierto las complejas dinámicas y las luchas de poder en el fútbol peruano, revelando una red de intereses y decisiones que podrían estar minando la integridad de las instituciones deportivas.

Pésimo momento en la Federación Peruana

La controversia exige a la FPF una aclaración urgente y medidas para restaurar la confianza de aficionados y miembros del fútbol peruano. La falta de transparencia y la percepción de un manejo poco ético no solo afectan la imagen de la federación, sino que también pueden impactar negativamente en el rendimiento y la cohesión de las selecciones nacionales. Es fundamental investigar a fondo estas acusaciones y establecer mecanismos claros y transparentes para la toma de decisiones, garantizando que el mérito deportivo y la ética prevalezcan sobre cualquier otro interés.