Manchester City logra el triplete. Le ganó a Inter por 1-0 con el gol de Rodri en la segunda mitad y conquistó la primera UEFA Champions League de su historia. Con mucho sufrimiento sobre el final, los de Pep Guardiola lograron gritar campeón en esta competencia. El proyecto de los Emiratos Árabes Unidos, tras casi 15 años, finalmente conquistan Europa.

Manchester City e Inter disputaron una final de Champions League con más tensiones que buen juego. Los Nerazzurri no aprovecharon sus oportunidades y Rodri clavó un gran gol en la más clara que tuvieron los Citizens en la segunda parte. Premio para uno de los mejores de la temporada en el club inglés.

En este sentido, también influyó el riego del campo de juego, que complicó a algunos jugadores con resbalones constantes. Pero, en definitiva, los nervios estuvieron más del lado del conjunto inglés.

Ederson evidenció muchos problemas en algunas salidas. Lautaro Martínez, casi lo aprovechó después de un centro alto que parecía controlado por el brasileño. Y, luego, un mal pase del guardameta le quedó a un Barella, que no lo pudo aprovechar. Inter lograba presionar bien alto la salida del equipo de Pep Guardiola, sobre todo, poniéndose encima de Rodri y de Stones.

Para los Citizens, hubo que esperar casi a la mitad del primer tiempo para encontrar una jugada de peligro con una buena combinación, que terminó en un remate de Haaland, bien controlado por Onana. Sin embargo, los problemas no cesaban porque Kevin de Bruyne mostró dolencias musculares y, al final, al minuto 36 tuvo que salir del partido.

El belga vuelve a sufrir un revés en una final de Champions League, tal como le pasó en 2021 cuando un choque con Rüdiger lo dejó con el ojo morado y problemas de visión, por lo que tuvo que dejar el partido al minuto 60. Al margen, su actuación no estaba siendo buena.

En líneas generales, lo de Manchester City fue muy flojo. No había respuestas o muestras de rebeldía y hasta en lo más destacado que tiene el equipo (los pases) estuvo muy mal. La presión de ser el favorito pareció ser factor. Inter fue más prestancia y seguridad, aunque tampoco fue tan incisivo en ataque, más allá de los errores de Ederson.

El segundo tiempo no fue muy diferente en este sentido. No hubo muchas situaciones de peligro por generación, pero sí por errores. Y aquí, Ederson pudo redimirse de un mal primer tiempo cuando Bernardo Silva dio un pase atrás que Akanji no entendió así. Lautaro Martínez la tomó, pero fue un poco egoísta y remató cuando tenía encima al arquero brasileño, que tapó de buena manera. En el medio tenía a Lukaku (ingresó por el lesionado Dzeko) y a Brozovic.

Y esas oportunidades que desperdició tanto en el primer tiempo como en el complemento, condenaron a Inter. Es que en la mejor jugada de Manchester City en ese segundo tiempo, tras una serie de rebotes y hasta de una posible mano en el camino, apareció Rodri al minuto 68 para marcar el 1-0 y desatar la alegría de los Citizens.

Rodri, que no había tenido un buen partido, apareció por detrás de todos para abrir su pie derecho y colocar el balón junto al palo de un inmóvil Onana. El mediocampista español fue de lo mejor en la temporada de Manchester City y tenía su gran premio.

Pero Inter reaccionó. Lo fue a buscar con determinación y tuvo ocasiones claras de peligro. Al minuto 70, Dimarco tuvo dos veces el gol del empate. Primero, con un cabezazo por arriba de Ederson, que dio en el travesaño y, luego, con otro que, al final, terminó salvando de forma involuntaria Lukaku.

No fue la única. Faltando pocos minutos, Lukaku tuvo su revancha con un cabezazo en el área chica para empatar, pero el balón dio en la pierna de Ederson y, en el rebote, Rúben Dias casi la metió en contra. Y, sobre el final, el arquero brasileño fue héroe tapándole un cabezazo a Gosens para aguantar el cero en su valla.

Fue una final con emociones en la parte final y con un ganador como Manchester City, en uno de sus peores partidos jugados de la temporada. Pero las finales se ganan y, en la más clara que tuvo, logró el gol del título.

Pep Guardiola conquista finalmente la Champions League con Manchester City y le suma las preseas de la Premier League y la FA Cup para la mejor temporada en la historia del club. Para Inter, lamentablemente, queda la medalla de plata, pese a haber sido superior y a merecer, al menos, la prórroga.