El exarquero de Boca y Racing tuvo un debut para el olvido con Colo Colo y recibió cuatro goles de parte del humilde Deportes La Serena, de Segunda División.

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Una relación que comienza mal siempre es más difícil de encarrilar, por eso Agustín Orión deberá trabajar mucho, incluso implorar a su suerte, para poder revertir la tan poco grata primera impresión que le dejó a los aficionados del Cacique en su presentación.

El arquero argentino llegó como un refuerzo de máxima jerarquía al Colo Colo que dirige su compatriota Pablo Guede, para reemplazar al histórico Justo Villar. Sin embargo, su debut quedó lejos de las expectativas que generó su fichaje.

Ante el humilde Deportes La Serena, de la segunda categoría del fútbol chileno, Orión recibió cuatro goles, el segundo de ellos producto de una pobre intervención ante un cabezazo de Jonathan Suazo, que lo marcaría para el resto del partido.

Los murmullos en el estadio se trasladaron a las redes sociales, donde al argentino ya lo acusaron de no tener manos y a través de las cuales se mostró también un sentimiento de melancolía por la partida de Villar. Y dicen que quien mal empieza…