Los Dallas Cowboys estaban urgidos de otra victoria ante los New York Giants para seguir ganando terreno en su división, pero la presencia de Amari Cooper estaba en duda por sus lesiones.
El receptor abierto brilló por su ausencia durante casi todo el partido, hasta que Dak Prescott lo encontró solo por el centro para una recepción de anotación de 45 yardas que sentenciaría el partido.
Sin embargo, Cooper aseguró ante la prensa que, incluso si hubiera estado más adolorido, no se hubiera permitido perderse otro partido, después de abandonar el terreno contra los New York Jets:
“Para ser honesto, sin importar lo que pasara con mi lesión, iba a jugar este partido de todas formas. No podía permitir que me pasara de nuevo, iba a esforzarme al máximo para jugar a pesar de todo”, declaró Cooper a Michael Gehlken de The Dallas Morning News.
Cooper terminó la jornada con 80 yardas y esa recepción de touchdown para que sus Cowboys obtuvieran un cómodo 37-20, silenciando a quienes dudaban de su estado de salud de cara a este compromiso.
De momento, los Cowboys cuentan con récord de 5-3, colocándose por encima de los inconsistentes Philadelphia Eagles (5-4), el único rival de cuidado en la División Este de la NFC.