La exigencia del Mundo Boca se podría medir a la perfección con Agustín Rossi: fue la figura de la ida de la final de la Copa Libertadores en La Bombonera, pero sus irregulares actuaciones en la previa lo sentenciaron. 

Ahora el arquero de 23 años, que llegó con 21 y ganó dos títulos locales, se va porque le trajeron a otro jugador en su posición: Marcos Díaz, quien llegó para ser suplente de Esteban Andrada.

Antes de marcharse a Chile, donde hoy fue oficializado por el Antofagasta, Rossi habló sobre su presente y recordó la final contra River.

"Creo que todos nos quedamos con esa espina de llegar tan lejos y no poder lograr el objetivo, pero en el fútbol a veces se gana y a veces se pierde. Hay que levantar la cabeza. Hoy tal vez no me toca hacerlo en el club, pero donde sea tengo que seguir mi camino", aseguró ante TyC Sports.

De ser la figura de la primera final a Libertadores a irse al Antofagasta para ganar minutos.