Era la cuarta salida del pitcher estelar de los San Francisco Giants, Johnny Cueto, y tras un año de estar lesionado, se sentía mejor que nunca en el juego de este sábado contra Los Angeles Dodgers.  El camino soñado por los lanzadores estaba cerca para el dominicano hasta la sexta entrada: no había permitido hits, ni carreras.

Lo insólito estaba por suceder y Cueto nunca se imaginó que su propio compañero, Hunter Pence, en los Giants le iba arruinar el no hitter. Kike Hernández se paró en la caja de bateo y conectó un elevado por el jardín izquierdo, las luces del Dodger Stadium hicieron su trabajo.

Pence perdió la bola y con se quedó con el guante arriba esperando que la pelota cayera mientras que Mike Yasterzemski corrió a toda velocidad para tirar a tercera base. Era tarde, Hernández llegó a salvo a la almohadilla y el juego sin hit de Cueto se fue a la ‘basura’.

Según estadísticas de la MLB, el batazo que falló Pence duró 6.7 segundos en el aire y el jardinero tenía 99 por ciento de posibilidad de atrapar la pelota. Nada está escrito en ‘El Rey de los Deportes’ y la jugada de Hunter es gran candidata al blopper del año.

La mágica noche de Johnny Cueto no terminaría su pesadilla ahí, primero Austin Barnes trajo una carrera con un fly de sacrificio, Joc Pederson negoció base por bola y Justin Turner le conectó un jonrón. Por fortuna, la victoria se la terminó llevando el pitcher dominicano para los Giants por cinco carreras a cuatro.