Nacido en Parque Patricios, hincha de Huracán, hizo las inferiores en el club y llegó a ser profesional en el Globo. Su paso fue corto ya que, una tarde caminando por su barrio, se cruzó con la persona indicada que lo llevó a sacarse la camiseta y ponerse el buzo.
Ya tiene unos seis años trabajando en Ecuador, como el “Patón” Bauza y muchos otros argentinos que eligieron ese país para plantar la semilla. Ya con pie firme llegó a la Federación Ecuatoriana de Fútbol y comenzó el trabajo de hormigas; en un primer sondeo nacional llegó a tener una lista de ochocientos jugadores (quizás en Argentina eso es sinónimo de inexperiencia) pero fue decantando hasta dar con los veintitrés con los que saldría Campeón Suramericano sub 20 en febrero de este año.
La fórmula es fácil: "Tolerancia Cero"
No hay una segunda oportunidad, así que hay que aprovecharla. Jorge se armó de microciclos de entrenamiento donde se vería mucho más que la capacidad física y técnica, con la idea de darle la educación a los jóvenes para que se sean profesionales del deporte. A eso le suma la Lectura obligatoria, el ajedrez y horas de inglés para superar esa gran barrera de muchos deportistas. Con Célico hay que ser bueno en todo.
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Muchas críticas, pocos elogios...
El fútbol se trabaja de arriba para abajo
Jorge lo sabe. Saco a los sub 20 del frasco, los llevo a amistosos y les dio minutos internacionales. Los hizo visibles para que sean adquiridos por clubes importantes. El resultado es casi perfecto, tercer lugar en el Mundial Sub20 en Polonia, ganándole a Italia que pisa fuerte.
Subiendo al podio en los dos torneos que disputo este año, Jorge Célico se prepara para el tercer round; la Sub 23 ecuatoriana comienza su preparación de cara a los Juegos Panamericanos Lima 2019 y el argentino sigue buscando en los chicos esos hermosos recuerdos que le dejo el Huracan del 73.
El fútbol bien jugado, dinámico, el juego directo, la personalidad en la cancha, el arquero que ataja y ese equipo que emociona. Vos formaste a ese chico que lloraba solo con la medalla en la mano en esa imagen que le dio la vuelta al mundo, lo acompañaste y le mostraste cómo se hace para tocar el cielo. Es un privilegio que seas argentino, es una lástima que estés tan lejos.