Es un hecho que Tom Brady será el nuevo mariscal de campo de los Tampa Bay Buccaneers, después de abandonar a los New England Patriots tras veinte años con la franquicia de Massachussets.
En principio, la firma se retrasó por términos de lenguaje de contrato, si bien se previó que Brady terminaría aceptando las condiciones y uniéndose al equipo a razón de 30 millones de dólares por temporada.
Sin embargo, pasan las horas y aún nada que se realiza el anuncio oficial por parte de los Bucs, a pesar de la impaciencia de la fanaticada. No obstante, no hay nada de qué preocuparse en lo absoluto.
Y es que Brady no ha podido firmar el contrato debido a las restricciones de viaje impuestas por las autoridades pertinentes ante el brote de coronavirus (Covid-19) que ha azotado a todos los Estados Unidos.
En este sentido, el legendario mariscal de campo de 42 años no ha podido someterse a la evaluación física mandatoria antes de rubricar el acuerdo que lo llevará a Florida por primera vez en su carrera.
Obviamente, solo una catástrofe podría hacer que este acuerdo se cancele, así que los fanáticos de los Bucs pueden dormir tranquilos sabiendo que tendrán a Tom Terrific bajo centro.
