Ricardo Gareca quedará por siempre en la historia del fútbol peruano, no solamente por haber conseguir la clasificación a una Copa del Mundo tras 36 años de ausencia, sino también por darle una identidad al equipo que generó el recibimiento de muchos elogios a lo largo del planeta.

De todas formas, el Tigre no pretende llevarse todo el mérito de la clasificación al Mundial: "En este acontecimiento de la clasificación tiene mucho que ver la gente. El esfuerzo de los muchachos, de la dirigencia, del comando fue importante, pero en igual medida también lo fue el apoyo de la gente".

 

"Esa gran unión nacional que hubo, el aliento de la gente cuando acudió al estadio nos trasmitía una energía positiva que la podíamos percibir. Y esa energía tiene que ver con algo espiritual, con fe, con confianza y eso a uno lo alimenta de esperanza. Nunca dejamos de creer", agregó el estratega argentino. Un grande.