El crack del Real Madrid fue la figura de Colombia en el sufrido triunfo ante Paraguay, pese a la lesión en su hombro por la que deberá someterse a una cirugía una vez finalizada la Copa América.
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Si por algún futbolista los dirigidos por José Pékerman no merecían finalizar el encuentro con las angustias con que lo hicieron, ese es James Rodríguez, que jugó un fútbol de exhibición, a no más de uno o dos toques, y encontrando espacios cada vez que se lo propuso, además de haber convertido su segundo gol en la competición.
Pero antes de la actuación estelar de James hubo una lesión que puso en riesgo su presencia ante Paraguay. Nada sencillo, ya que, según expresó el propio entrenador cafetero en conferencia de prensa, deberá someterse a cirugía una vez finalizada la Copa América.
Consultado sobre el dolor, una vez finalizado el encuentro, cuando sus compañeros todavía intercambiaban camisetas con el rival, el crack fue contundente, mostrando que cuando le asignan el rol de protagonista es cuando más cómodo se siente: “Yo aquí juego hasta cojo. Soy feliz y siempre quiero jugar para ayudar. Debemos seguir por esta senda”, expresó el capitán.
Un mensaje y un rendimiento que seguramente le servirán para el análisis a Zinedine Zidane, quien tal vez termine de entender que tiene a un enorme futbolista a su disposición, al que aprovecha menos de lo que podría.
+Golazo de James