Faltan detalles por cerrar, pero está todo listo para que River sume su primer refuerzo del año. Llega procedente un caluroso campo de Concepción, que se ubica a casi 500 kilómetros de Asunción, Paraguay.

En un gimnasio improvisado con hierros oxidados y un campo de tierra con arcos hechos de madera se forjó Robert "El Sicario" Rojas, quien con 22 años es una de las máximas promesas del fútbol paraguayo.

Por su posible llegada al campeón de América, la humilde historia del defensor se ha viralizado en las redes sociales y ya ha conmovido a los hinchas millonarios. 

La lotería le llegó a los 16 años, cuando Ricardo Zárate, exjugador de Guaraní, llegó al club donde empezó Rojas: Belén. Allí, lo vio y lo llevó a hacer una prueba a Olimpia en Asunción. "De cortar el sésamo", como dice su padre, tomó su bolso y se marchó a la capital. Del verde al gris en un abrir y cerrar de ojos.

El proceso de trabajar con los padres día a noche a convertir en soledad la pasión en un oficio no es fácil para nadie. Y El Sicario no fue la excepción: "Quedate a jugar ahí o de lo contrario volverás a trabajar en la chacra", contó que le dijo su padre en una entrevista con 1080 AM. Ese era su dilema. 

El resto es sabido por todos: llegó a Guaraní, debutó, brilló y hasta vistió los colores de su país. Hoy podría sumarse a River, el vigente campeón de la Copa Libertadores. 

Rojas sigue pasando sus vacaciones tomando tereré con doña Daniela Chávez -su madre-, vistiendo sus botas blancas y descansando en la chacra que le recuerda de dónde ha salido y a dónde ha llegado.