Las lesiones pueden cambiar por completo la corta carrera de un futbolista. Sin embargo, solo algunos pocos afortunados tienen la oportunidad de torcer el destino.

Uno de ellos es Marcelo Larrondo, quien nunca pudo asentarse en la primera de River a causa de distintos problemas en su rodilla y otros musculares.

Luego de una cesión en Defensa y Justicia, donde no contó con demasiados minutos, el mendocino partió a Unión La Calera, club en el que lo ubicó su representante Christian Bragarnik.

Allí, el nacionalizado chileno empezó con el pie derecho: gol a Palestino en su debut y otro a Everton el pasado sábado por el campeonato local.

El año acaba de empezar y su equipo se encuentra primero en la tabla de posiciones y clasificado a la segunda ronda de la Copa Sudamericana. ¿Podrá sostener su nivel y tener revancha en el Millonario?