Boston Celtics y Toronto Raptors están disputando una de las mejores series de los Playoffs de la NBA. Sin dudas, ambos equipos son de los mejores en la NBA actual, y mucho de eso se debe a sus entrenadores, lo que hizo inevitable que la misma se traslade hasta un séptimo juego. Sin embargo, en el sexto del último martes hubo un equipo claramente perjudicado. 

Los Celtics llegaron al partido con la serie 3-2 a su favor. Es decir, una victoria los iba a colocar inmediatamente en las Finales de la Conferencia Este, siendo rival de la grata sorpresa del año: Miami Heat. Los dirigidos por Brad Stevens tuvieron casi todo a favor, con un Marcus Smart implacable y una demostración de carácter absoluta. Lo que un equipo nunca puede manejar es el criterio arbitral, que esta vez le jugó en contra.  

 

El partido estaba empatado en 98 y Boston tenía el balón en los últimos segundos, cuando Kemba Walker –de mala actuación- penetró hacia el aro buscando la canasta ganadora. En seguida, recibió una carga por la espalda de Fred VanVleet y posterior manotazo de Og Anunoby lo que significaba una infracción doble. Los jueces, en lugar de cobrarla y hacer que el base vaya a la línea de los tiros libres, se tragaron el silbato. 

En tanto, la segunda jugada que la NBA admitió que sus árbitros se equivocaron, se remonta a al final del primer tiempo extra. Norman Powell encaró a Kemba, quien se recompuso y, cuando este lo tenía dominado, Powell le cometé una clara infracción ofensiva. En lugar de cobrar a favor de los Celtics, Toronto Raptors fue el favorecido ya que fue a la línea. 

 

 

El séptimo juego de estos Playoffs promete ser apasionante. El último campeón de la NBA hizo méritos para luchar nuevamente por un anillo, pero situaciones como las vistas son innecesarias. Ojalá que el viernes la historia sea distinta y el vencedor lo haga 100% por sus propias armas.