Anthony Davis nunca deja de impresionar con su habilidad para manejar la esférica a pesar de su envergadura física.

Y es que el centro de los New Orleans Pelicans puede driblar con la pelota como si de un guardia se tratara, algo muy poco común para alguien de su posición.

Esta vez, la víctima de sus habilidades sería Frank Kaminsky, que realizó un pobre intento por mantenerse delante de él y evitar que lograra una gran clavada, que además, derivó en un tiro libre adicional.

Una vez más Davis demuestra que no hay nada que no pueda hacer cuando está inspirado, sellando una actuación de 36 puntos, 8 asistencias, 19 rebotes, 2 triples, 2 robos y 2 bloqueos en el triunfo 119 por 109 de los Pelicans ante los Hornets.