Javier Mascherano le entró duro a Messi en uno de los entrenamientos previos al partido final de Supercopa de España. La Pulga lo miró, sorprendido, ante la risa de sus compañeros.
Así debe ser un Jefe, capaz de dar un trato igualitario a todo el grupo de trabajo, aunque la lección podría haberle traído un enorme dolor de cabeza a Luis Enrique.
Porque Mascherano no distingue entre el mejor jugador del mundo y los demás a la hora de hacer sentir el rigor en un entrenamiento y, para sorpresa de Messi, se lanzó con vehemencia a sus pies.
La Pulga pudo zafar, como casi siempre, de la barrida de su compañero pero se quedó mirándolo sorprendido por la jugada y hasta esbozó una especie de recriminación.
Los otros futbolistas, bajaron la mirada intentando evitar la risa que les provocó la situación. Así es el Jefe, le pese a quien le pese.
+Cuidado, Pulga
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