En la temporada 2019, los Baltimore Ravens comenzaron aplastando a los Miami Dolphins y comenzaron a insinuar lo que serían en el resto de la temporada. Si bien la mediocridad de los floridanos les bajó un poco el preció a la gesta, ya no quedan dudas de que es el equipo del momento.

En las últimas tres semanas se convirtieron en el primer equipo en la era del Super Bowl en ganar tres veces consecutivas por más de 34 puntos: comenzó ante los pálidos Cincinnati Bengals por 49-13, siguió con una prueba de carácter frente a Houston Texans por 41-7 y destruyeron a Los Angeles Rams el lunes por la noche con un 45-6.

De este modo, la franquicia se convirtió en uno de los grandes favoritos a consagrarse en la temporada, algo que los jugadores tienen bien claro. Así, Earl Thomas lanzó una contundente frase que refleja el ánimo entre las filas de los Ravens: “Cuando llegue el Super Bowl, sea quien sea el que nos enfrente, estarán en problemas”, disparó el safety.

Baltimore está cabeza a cabeza con New England Patriots para ganar el título, según las casas de apuestas. Según parece, la clara victoria de los dirigidos por John Harbaugh sobre los de Bill Belichick por 37-20 en la semana 8 no fue suficiente, pero siguen estando en la cima.

Además, cuentan con Lamar Jackson liderando a la ofensiva en un nivel que lo tiene como gran favorito a ganar el premio al MVP. Prueba de su gran nivel es que la ofensiva de los Ravens está camino a terminar la campaña con la menor cantidad de despejes en toda la historia desde que se juegan temporadas a 16 partidos.

Sam Koch, el punter del equipo, apenas ha pateado el balón 22 veces en 11 juegos, por lo que apunta a llegar a 32. La única vez que se bajó de esa marca fue en 1982, pero, en ese entonces, se acortó el calendario a solo nueve partidos.