Barcelona destrozó como visitante al Betis por 4 a 0 el último fin de semana. Con los ánimos por el suelo, los jugadores verdiblancos se retiraron del campo de juego con la cabeza gacha.
Sin embargo, Andrés Guardado, quien había sido una de las figuras del conjunto local en el primer tiempo, se acercó a Lionel Messi y le pidió su camiseta.
Guardado fue la sombra del 10 durante el primer tiempo.
¿Para él? ¡No! El destinatario del regalo era nada más y nada menos que Máximo, hijo del mexicano que tiene como ídolo al crack argentino, con quien pudo sacarse una foto a la salida de los vestuarios. Su madre compartió en las redes el mágico momento.
Andrés Guardado y Lionel Messi se cruzaron en los mundiales de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010. En ambas ocasiones, Argentina derrotó a México y los eliminó de la competencia. ¡Aún así lo sigue queriendo!