Su gran primer tiempo quedó reducido a cenizas cuando Leo lo humilló: Andrés Guardado fue víctima de un caño increíble del argentino minutos antes del cierre del encuentro.

 

El volante mexicano acompañó en la presión a uno de sus compañeros. Con este doblegado por el 10 del Barça, no le quedó otra que animarse a lo imposible: sacarle la pelota.

Allí, Messi se lució. Vio las puertas de las piernas abiertas y no dudó. Guardado ni atinó a darse vuelta. Había sido un caño fabuloso, que hasta levantó aplausos de la parcialidad local.

Tras un buen primer tiempo que lo tuvo como figura al exjugador del Porto, Betis no logró mantener la paridad y cayó 5 a 0 ante el Barcelona como local.