Zion Williamson fue la gran estrella que tuvo la NCAAla temporada pasada. Partido tras partido dejó jugadas espectaculares que rápidamente se viralizaron por todo el mundo. Sin dudas, en su etapa universitaria tuvo una reputación incluso por encima quela de muchos jugadores NBA.

Los Duke Blue Devils, el equipo universitario de básquet de la prestigiosa universidad, llegaron al March Madness, torneo que reúne a los equipos universitarios clasificados para luchar por el título, como los grandes favoritos, pero terminaron cayendo eliminados por Michigan State y sin posibilidades de disputar el Final Four.

Y el que todavía tiene resabios de aquella derrota es el propio Zion, que aún no pudo debutar en la NBA por su lesión en la rodilla, quién manifestó que pensó hasta último momento si se declaraba o no elegible en el Draft:“Era la fecha límite para declarar. Yo quería volver. Nadie me cree, piensan que solo digo eso, pero no. Tenía muchas ganas de volver”, enfatizó Williamson como invitado en el podcast llamadoThe Ringer, cuyo conductor es su compañero de equipo JJ Redick.

“Sentí que la NBA no iba a ir a ninguna parte. No juego por el dinero, lo hago porque amo el juego. Me encantó mi experiencia en Duke donde quería quedarme. Pero fue una de esas situaciones en las que el entrenador K no me hubiese dejado volver porque quiere que haga lo mejor para mi familia”, comentó Zion.

El número 1 del último Draft continuó: “Mis compañeros de equipo habrían dicho que sería una tontería regresar, pero al mismo tiempo me estaban diciendo que no trabajé tanto para no declararme elegible. Fue difícil”.

Williamson contó también que en ese momento su madre le dijo que apoyaba cualquier decisión, pero fue su padrastro el que expresó una opinión similar a la de sus compañeros de equipo y eso terminó por esclarecerle la mente y considerarse elegible.