El mundo del fútbol continúa conmocionado por la desafortunada acción del duelo entre Argentinos Juniors y Fluminense. El Bicho recibió a los cariocas en La Paternal en el marco de la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, pero el foco se corrió de lo deportivo.
Es que aún quedó en la retina de los espectadores la grave lesión de Luciano Sánchez. El defensor recibió una fuerte pisada de Marcelo, provocándole una luxación completa de su rodilla izquierda, que lo dejará fuera de las canchas por alrededor de un año.
El lateral brasileño vio la tarjeta roja inmediatamente por la acción, pero destacó que no había tenido intención de lesionarlo. Sánchez incluso resaltó la actitud del ex Real Madrid, que lo acompañó en el vestuario y se mantuvo al tanto de la situación del argentino.
Tras el hecho, Felipe Melo se refirió a la acción y lanzó polémicos dichos: “Le agradezco a Dios que no fui yo el de la jugada, porque si no, vos no me estarías entrevistando ahora. Yo estaría preso. Lamento mucho lo que pasó. Escuché a un médico tonto que dijo mierda de mí, diciendo que yo hice declaraciones equivocadas“.
Y luego se defendió de las acusaciones: “Yo lloré adentro de la cancha, empecé a gritar adentro de la cancha porque me acordé de una historia. Yo tuve una lesión importante contra Vasco, jugando para Palmeiras. Me quebré el tobillo, la escena no fue tan fuerte como esta. Esto fue mucho peor. Pero la mía fue muy importante y me imagino que este chico va a sufrir para volver“.
“Para mí fue sin querer, fue fortuito. De ninguna manera dije algo en contra del jugador que se lastimó, al contrario, lo lamento mucho. Le mandé un mensaje por Instagram. Es un compañero de trabajo y nadie quiere jamás que le ocurra algo así a alguien“, cerró.