Luchó cómo siempre, llegó a la orilla y acabó quedándose sin premio. Croacia perdió el partido de la Eurocopa ante España en Copenhague en un choque que tuvo absolutamente de todo. Tras caer y despedirse del torneo, habrá que ver si ha sido esta última noche de Luka Modric y compañía emocionando al mundo entero con una garra que genera admiración en todo el planeta.
No le importó a la subcampeona de este deporte quedarse dos goles por debajo en el marcador a falta de 15 minutos. Con un equipo que no cuenta ya con hombres cómo Rakitic, Mandzukic y que tuvo que quedarse por el coronavirus sin Perisic, los guerreros de Modric y Dalic se repusieron para llegar a la prórroga con vida y soñar con grande.
Unai Simón se vestiría de héroe tras su error en el primer tiempo y evitaba un cuarto gol que en ese momento parecía inevitable. Luego vinieron los tantos de Morata y Oyarzabal, que matarían el encuentro y dejarían a la subcampeona del Mundo sin chances de meterse entre los 8 mejores de Europa. Toda Copenhague y los 8.000 croatas reconocieron el trabajo de un equipo que parece no tener miedo ante ninguna situación.
¿El final de una emotiva historia?
El aplauso del Parken Stadion a Modric cuando este fue sustituido no pareció solo un reconocimiento por su espectacular Eurocopa, sino igualmente el agradecimiento de todo el deporte hacia una selección que vive una transición lógica e inevitable. Cuesta pensar que no estén presentes en el Mundial que viene, pero asimismo ha sido evidente que el paso del tiempo le pesa incluso a sus hombres más experimentados.
No estarán Subasic, Rakitic, Mandzukic o Corluka en Qatar, e igualmente Modric, Vida y Perisic llegaran en el ocaso de su carrera. Puede que hayamos visto hace minutos la última gran noche de Croacia y si ha sido así, sin dudas ha vuelto a demostrar el amor propio de una generación de futbolistas que estuvo cerca de tocar el cielo con las manos en Rusia 2018.