Iván Savvidis, el presidente del PAOK,saltó a la fama en el mundo entero. ¿Por su extraordinaria gestión? No, ni cerca: entró armado al terreno de juego y retiró a sus jugadores luego de sentirse en disconformidad por un fallo arbitral en el clásico ante el AEK.
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Ya con los ánimos en calma, el mandatario habló con los medios y se disculpó luego de que la justicia griega suspendiera el campeonato y ordenara su detención.
En una carta abierta a los hinchas, en donde se remedió después de sus hechos, Savvidis explicó el porque de sus actos con una insólita justificación.
“Solo pretendía proteger a decenas de miles de aficionados del PAOK de las provocaciones, enfrentamientos o posibles víctimas humanas. No amenacé a nadie y soy apenas un rehén de la clase dirigente corrupta del fútbol.Estoy luchando y seguiré luchando a pesar de los ataques recibidos a todos los niveles por un fútbol más justo, con árbitros honorables en todos los partidos, para que los títulos se ganen en los estadios y no en las salas de los tribunales. De nuevo,pido perdón”. ¡Qué caradura!