Dos de los seis barrios más pobres de España se encuentran en Sevilla. Concretamente en un Polígono Sur donde las oportunidades de vida escasean y donde igualmente hay materia prima de sobra para trabajar. El deporte vuelve a ser la respuesta y charlamos con la Fundación del Rey de la Europa League para entender la otra cara de clubes que como el de la capital de Andalucía, se vuelcan con su pueblo más allá de del césped.
Los clubes son eso: clubes. No solo asociaciones deportivas, un grupo de jugadores o dirigentes que aparecen en estadio cada jornada. Viajamos a Sevilla gracias a LaLiga para entender la cara más social y encaminada con el desarrollo de la ciudadanía con el que cuentan los equipos de la primera división española. El conjunto hispalense, pionero en las fórmulas modernas para devolverle al pueblo un pedazo de lo que dejan de manera directa o indirecta en el Sánchez-Pizjuán.
Vayamos primero al origen, ¿Qué es el Polígono Sur? Hablamos de una zona a las afueras de la ciudad donde viven ahora mismo casi 50.000 personas, donde desde 1940 el crecimiento demográfico ha sido evidente y donde aparecen problemas sociales que podemos ver también de nuestro lado del Atlántico. Falta de inclusión, delincuencia, drogas, estigmatización, falta de oportunidades y comunidades como la gitana lejos de los mejores planos de Sevilla, presentes en la zona. Las famosas 3000 viviendas, dentro del terreno.
“La Fundación Sevilla FC trabaja por crear una sociedad mejor, por ser un lugar de encuentro para las personas, un lugar donde florezcan los valores del deporte…Nuestro compromiso es devolver a la sociedad lo que ésta lleva tantos años dándonos”, nos comenta Santiago González desde el Ramón Sánchez Pizjuán sobre esa otra cara de las entidades deportivas que pocas veces vemos y que suponen otra pieza angular de sus organizaciones. Sevilla no se entiende sin su gente, sin la pasión de su pueblo y sin un concepto de comunión que sobrepasa el césped.
El deporte como herramienta
González nos habla de un trabajo conjunto con Fundación Don Bosco y Adecco, de Jornadas de Fomento del Empleo en el Polígono Sur e igualmente de cientos de alumnos del Proyecto de Integración Social Don Bosco que tuvieron contacto directo con directivos de Sevilla para trazar un plan de mejora social que pretende volver a incluir a una pata de la urbe en su sociedad: “Usamos el deporte como motivación para el resto, como modelo de inclusión para jóvenes y personas en riesgo…Intentamos poder darle a las familias una luz por salir de ahí”.
Los más afectados son los menores que crecen ahí. Jóvenes sin oportunidades de estudios o laborales que pasan a ser un número más en una zona olvidada por diversos factores. Fundación Sevilla FC lleva visitando colegios desde 2006 y recibiéndolos en su estadio para completar la formación que se le ofrece a los alumnos. Talleres de deportividad, respeto, cooperación, esfuerzo, trabajo en equipo, tolerancia y la lucha contra del absentismo escolar, pilares para conseguir un objetivo que va ligado al balón. ‘Sácale partido al cole’, la iniciativa en cuestión.
Un Mundial dominado por Argentina y Paraguay
“Es una iniciativa que ha cumplido este 2023 nada menos que 18 años y cuyo objetivo es ayudar a la integración a todas aquellas personas”, comenta González sobre un Mundialito de la Inmigración que resume el trabajo de una pata del gigante de Andalucía. Más de 400 jugadores en 16 equipos masculinos y 8 femeninos participan de manera anual en un proyecto que busca fomentar la integración y confraternización social a través del deporte.
Todo se desarrolla en la ciudad deportiva del Sevilla, donde combinados de inmigrantes del Perú, Colombia, Argentina, Paraguay, México, Marruecos, Bolivia, Rumanía, Nigeria o Ucrania buscan coronarse campeón en un fin de semana donde se sentirán deportistas de élite e incluidos en la sociedad como uno más de esta: “La idea es que sea un punto de encuentro para integrarlos en la ciudad y puedan acercarse al club”.
“Este año estuvo a punto de ganar Argentina, que hubiera sido curioso tras la consagración en Qatar…La final fue con Paraguay, que en Sevilla tiene muchos inmigrantes e incluso tienen una liga de 8 equipos a nivel local para nutrirse para el Mundialito…Casi siempre ganan”, nos comentan tanto Santiago González como Javier Santos, responsable de comunicación corporativa del Sevilla. Todos estas actividades, tres de las principales acciones que engloba toda la Fundación.
No lo vemos muchas veces, pero así se mueven los clubes por el viejo continente para ser algo más que solo una entidad deportiva. Trabajos como el visto en Sevilla, tan ambiciosos como beneficiosos para los problemas de la sociedad andaluza, un espejo para ciudades que como Buenos Aires, Bogotá, CDMX o Lima, ostentan los mismos retos y oportunidades para los equipos de sus respectivas ligas.