Kylian Mbappé estará un poco más cerca según los rumores y ahora LaLiga menos. Real Madrid recibió al Atlético de Madrid por una jornada número 23 donde los hombres de Carlo Ancelotti buscarían sacar ventaja al empate de Girona ayer. Brahim, el esfuerzo colectiva y un Marcos Llorente inesperado marcan el devenir de un apasionante derbi en la capital.
Previa marcada por los rumores de Le Parisien e igualmente por el estado de salud de Antonio Rudiger. Real Madrid buscaba hacerse fuerte en un Bernabéu que recibía el primer derbi de la temporada. Hacer mejor la ayuda de Real Sociedad ayer, el gran objetivo de unos merengues que la próxima semana reciben al Girona.
Con Andriy Lunin, Lucas Vázquez, Dani Carvajal, Nacho, Ferland Mendy, Eduardo Camavinga, Toni Kroos, Fede Valverde, Jude Bellingham, Rodrygo y Brahim salieron los blancos. Vinicius fue baja de último minuto por molestias y su lugar lo tomó el delantero malagueño. En la visita Álvaro Morata llegaba al choque y dicho hecho era lo más importante en la previa para Simeone y los suyos. Mucha tensión y presencia policial en los aledaños del Bernabéu en las horas más cercanas al choque.
180 segundos le tomaría a los blancos disparar por primera vez. Justamente Brahim probaba a un Jan Oblak que paraba sin muchas complicaciones. Comenzó atrás la visita y buscando un partido largo de cara a evitar desgaste en las semifinales de la Copa del Rey que tendrá entresemana. Morata tendría la primera a los 8 con otro tenue remate. A los 19 todo se destrabaría gracias a Brahim.
Un pase en largo de Kroos inició el tanto merengue. Hermoso falló en el recorte, Brahim encaró, tres rebotes en una acción donde Lucas eraba incluido y casi debajo del arco el malagueño abría la contienda. Mucho por delante en un Bernabéu donde en grandes partes la pelota era blanca. Eso sí y mostrando como quedaba mucho, solo 120 segundos después Atlético de Madrid tendría hasta dos de cabeza que de milagro no entraron.
Intensidad, VAR y locura
A partir de dicho momento el partido entró en un pequeño valle. Había errores en salida de Riquelme que sacaban al Cholo más furibundo, pero no un Real Madrid que terminase de provechar sus oportunidades. Un par de remates de Rodrygo y otro de Lucas mostraban a un local metido y decidido a dar un golpe a LaLiga. Pasaban los minutos, Atlético no terminaba de encontrarse y Real Madrid a base de actitud pese a sus bajas tenía la sensación del control.
Simeone movió fichas al descanso. Salía Riquelme por un Nahuel Molina que pasaba a la derecha. Tres minutos después Atlético empataba a la salida de un córner anulado por un fuera de juego de Saúl tras el primer cabezazo de Savić. Una acción revisada por el VAR y que dejaba todo igual. Subía la tensión en un Bernabéu donde la visita comandaba con acciones e intenciones. Real Madrid esperaba a la contra.
Rodrygo tendría otra de esas al 65 tras una gran pared con Valverde. Ida y vuelta en un derbi caliente, intenso y que se acercaba al nivel mostrado en sus últimos compases. Más tarde y una jugada Maradoniana antes de dejar el césped, Brahim volvería a rozar la locura con una acción de caños y recortes que de milagro no fue el 2-0. Había en el aire la sensación de que faltaba un tanto.
Al final y luego de un sinfín de entradas, choques y kilómetros quemados, la cosa terminó en empate gracias a un Marcos Llorente que cazó un cabezazo de Depay al 92 para dejar todo igualado. Girona lo gritó más que nadie y en una semana merengues y catalanes se ven las caras en el Bernabéu.