Éxito personal, dinero, gloria o amor popular, nada de esto vale cuando se lucha contra una barrera llamada depresión que no entiende de apellidos o nombres. Andrés Iniesta, gloria del Barcelona y de la selección española, repasó en The Wild Proyect su lucha contra esa enfermedad metal que tanto le quitó a lo largo de sus mejores años: “Perdí las ganas de vivir”.

A sus 38 años y como jugador del Vissel Kobe de Japón, el ídolo culé repasó una carrera llena de hitos y momentos para el recuerdo que vio un punto de inflexión absoluto por inicios de la pasada década. Con el deseo de concientizar a toda la comunidad sobre los peligros de esta batalla que miles de personas liberan a diario, Iniesta se sincera en un podcast que recorre el mundo ahora mismo.

Todo comenzó meses después de ganar el Mundial de Sudáfrica 2010, cuando en medio de un duelo por la muerte de su amigo y compañero de profesión Dani Jarque, Iniesta entraba en una crisis que acabaría con una depresión medicada que supuso un antes y un después en su vida. El testimonio del ídolo culé, más sincero que nunca.

Andrés Iniesta y su homenaje a Dani Jarque: Getty

Lucha constante

“Cuando estaba luchando contra la depresión, el mejor momento del día era cuando tomaba mis pastillas y me acostaba. Perdí las ganas de vivir. Abracé a mi esposa, pero era como abrazar una almohada: no sientes nada”, empezaba el mediocampista del Vissel Kobe mientras reflexionaba sobre su actualidad frente a dicha problemática.

El fútbol y los lujos en segundo plano: “Sigo yendo a terapia porque necesito arreglarme conmigo mismo…Me gusta escuchar a los profesionales hablar sobre enfermedades mentales y depresión. Con el tiempo, la vida te enseña que la depresión y las enfermedades mentales pueden afectar a cualquiera…No se trata de cosas materiales porque puedo tener todos los autos del mundo y todo lo que quiera, pero aun así es difícil enfrentar los problemas de la vida”.