Este martes se llevará a cabo la Maradona Cup, un partido amistoso en homenaje a la memoria de uno de los futbolistas más grandes de la historia del fútbol. Barcelona y Boca harán los honores a la figura de Diego Armando Maradona, dos equipos donde el ‘Pelusa’ supo dejar huella. En el caso del conjunto catalán, el ’10’ hizo de las suyas y no tuvo un final feliz.

Fue su primera etapa en Europa, gracias a las negociaciones que logró acordar el presidente de aquel entonces Josep Lluís Núñez. En un viaje relámpago a Buenos Aires, el mandatario ‘culé’ acordó el fichaje de Diego por un total de ocho millones de dólares, seis para Argentinos Juniors y dos para Boca. Llegó a un equipo lleno de figuras como Bernd Schuster o Quini, entre tantos otros.

El paso de Maradona por Barcelona no fue de los más placenteros. Apenas sí logró dejar algo de sus grandes destellos futbolísticos como aquella recordada vaselina en un partido ante Estrella Roja en Yugoslavia por la Recopa de Europa. En el club, ganó apenas tres títulos locales. Su paso tuvo más polémicas que fútbol y eso es lo que terminó por llevar a una problemática salida.

Los oscuros motivos de la salida de Maradona de Barcelona

Desde un principio, Maradona ya mostró algunas actitudes de fastidio. Con su primer técnico, Udo Lattek, nunca hubo una buena relación. Llegó al poco tiempo César Luis Menotti, el técnico que lo tuvo en la concentración y le negó jugar el Mundial de Argentina 1978, aunque lo llevó para ganar la Copa del Mundo Juvenil de Japón, un año después. Con el ‘Flaco’ también se han comentado sobre algunos roces por ciertos desacuerdos.

Maradona y su presentación con Barcelona (Twitter @FCBarcelona)

El ’10’ también sufrió por ciertas inconvenientes físicos. Primero, una supuesta hepatitis lo alejó por un buen tiempo de las canchas, aunque las malas lenguas hablan de que en realidad se trató de una enfermedad venérea, que trataron de ocultar. Luego vendría la fractura de tobillo que le provocóAndoni Goikoetxea Golaskoaga del Athletic de Bilbao en un partido de liga. Una de las patadas más recordadas en la historia del certamen. Por estas lesiones, sólo jugó 58 partidos en el club y marcó 38 goles.

El principio del final de Maradona en Barcelona llegó por un partido. La definición de la Copa del Rey ante Athletic, equipo con el que los catalanes tenían una gran rivalidad y del que ya tenían el recuerdo de la entrada de Goikoetxea. Al final, los vascos ganaron la final, pero Diego no aguantó y agredió a Miguel Ángel Sola, lo que derivó en una batalla campal entre los futbolistas con golpes de puños y patadas ante los ojos del público. La Federación Española de Fútbol suspendió al ‘Pelusa’ por tres meses, sanción que nunca llegó a cumplir.

Y es que todos estos episodios de Maradona fueron llevando a que el presidente Núñez fuera perdiendo la paciencia. Y la relación se agotó hasta puntos de desencuentro entre ambos con declaraciones cruzadas por lado y hasta alguna copa rota, como la Teresa Herrera que el propio Diego quebró luego de que el mandatario le negó un viaje. Así fue como esto se fue desgastando hasta que la propia leyenda del fútbol argentino le puso punto final a su etapa en el club.

El resumen de lo que fue su salida, Maradona lo explicó en su libro ‘Yo soy el Diego’. “La cosa es que mi paso por Barcelona terminó siendo nefasto. Por la hepatitis, por la fractura, por la ciudad también, porque yo soy más…más Madrid, por la mala relación con Núñez y porque allí en Barcelona arranca mi relación con la droga(…) Después del escándalo, me decidí definitivamente y pegué un portazo. Del otro lado dejé un contrato en blanco, que me ofrecía el vicepresidente Joan Gaspart. De atrás, Cyterszpiller (su representante de aquel entonces) me susurraba: ‘Dale, dale, ponela y nos quedamos… ‘.Yo le dije muchas gracias y me fui. No tenía ni idea hacia dónde“, resumió. Ese hacia dónde, terminó siendo Napoli y el resto es historia.