Febrero supone un mes de pesadilla en la historia moderna del París Saint Germain, así como una barrera que ha sido infranqueable en cuatro de las últimas seis temporadas para los galos. Queda un universo por delante sí, pero los números no engañan y el equipo de Cristopher Galtier ya vive su peor crisis de resultados en más de 10 años. Zinedine Zidane asoma en el horizonte.
El gol de un hijo de la casa como Kingsley Coman fue suficiente para caer ante un Bayern Múnich que solo hasta el ingreso de Kylian Mbappé sufrió verdaderamente en la capital francesa, que controló a Lionel Messi y a Neymar, que se encamina a cuartos y que tiene una ventaja de cara a la vuelta que genera ruido en París. Galtier reconoció en rueda de prensa que se llegó al Día D con enfrentamientos en el vestuario.
“Ojalá podamos recuperar frescura y jugadores. Vamos a ver. Fue un doble enfrentamiento y esta noche no hay eliminados, ni clasificados. tengo mucha esperanza Tuvimos una discusión en el vestuario con los jugadores”, palabras del entrenador galo en rueda de prensa tras una nueva caída y en medio de los rumores que apuntan a Zizou como su potencial heredero en el Parque de Los Príncipes.
Números de una crisis irreconocible
Por primera vez desde el 2011 que Paris Saint Germain pierde tres encuentros oficiales de manera consecutiva. La derrota en el Clásico con Marsella en la Copa de Francia, la caída en el principado de Mónaco días atrás y el paso en falso ante los Bávaros, hitos que preocupan en una capital gala donde se habla que en caso de paso en falso en la vuelta y de certificar la cuarta eliminación en octavos de la Liga de Campeones de las últimas seis campañas, se viene giro de timón desde Doha.
Pero las grietas de la era Galtier no se explican solo desde lo ocurrido en estos últimos 7 días, sino en un 2023 donde a 15 de febrero, PSG ya acumula 5 derrotas en todas las competencias que superan las apenas 4 que el club sufriese a lo largo de todo el 2022. 10 meses quedan por delante, mil oportunidades de redimirse e igualmente, margen de sobra para dar un nuevo paso en falso.
A favor del club se encuentran las tres semanas antes de visitar el Allianz Arena, el final de la regla del gol de visitante y el impacto que tuvo anoche un Mbappé que en fuera de juego pudo marcar en hasta en dos ocasiones, pero los números no mienten y pese al dinero invertido, París Saint Germain ya vive su peor crisis sobre el césped desde el año 2011.