El 20 de julio de este año, Boca quedó eliminado de la Copa Libertadores de América por penales ante Atlético Mineiro. Pero la historia deportiva pasó a un segundo plano: hubo incidentes en los pasillos del Mineirao y aquella gresca en Belo Horizonte ahora tiene una sanción.
La comisión disciplinaria de Conmebol decretó que seis jugadores, dos colaboradores del cuerpo técnico y dos dirigentes tengan un castigo tanto deportivo como económico. Y en el resumen caso por caso puede notarse qué hizo cada uno durante el enfrentamiento con el plantel brasileño y la policía local.
Raúl Cascini y Marcelo Delgado fueron los que recibieron el peor castigo: 24 meses sin poder ingresar a estadios en torneos de Conmebol y 30.000 dólares de multa para cada uno. El tribunal cree que los integrantes del consejo de fútbol fueron los que comenzaron la pelea y dieron los primeros golpes.
Los dos futbolistas son la sanción más dura fueron Cristian Pavón y Sebastián Villa: seis partidos para cada uno. El informe policial los expone a ambos como los que lanzaron un bebedero hacia el personal de seguridad del estadio.
Marcos Rojo recibió cinco partidos y Carlos Izquierdoz, cuatro. A ambos se los vio en las imágenes agarrándose a golpes de puño con la policía brasileña. En el caso de Marcos, la sanción pudo ser más dura si arrojaba el matafuegos que agarró y se vio en el video viral.
Por su parte, Diego González (tres partidos de sanción) y Javier García (dos encuentros) figuran en varias imágenes como parte de la pelea. Lo mismo ocurre con Carlos Zambrano y Norberto Briasco, quienes solo fueron advertidos por Conmebol. Por último, Leandro Somoza (seis partidos) y Fernando Gayoso (tres) intercambiaron golpes con los agentes de seguridad.