Con un gol de Aaron Anselmino, quien luego tuvo que salir por lesión, en el marco del partido correspondiente a la fecha 2 del Grupo D de la Copa CONMEBOL Sudamericana, en La Bombonera, Boca venció a Sportivo Trinidense de Paraguay por 1 a 0.
Una vez finalizado el encuentro, tal como marca el protocolo del certamen, el entrenador del Xeneize, Diego Martínez, atendió a los medios presentes en conferencia de prensa, en la que se refirió al rendimiento de sus dirigidos, y también fue autocrítico con el desarrollo del encuentro.
“Estoy muy contento por ganar en casa, era algo que necesitábamos y el equipo lo merecía. Tuvimos el control, jugamos muchísimo en campo rival, en cada pérdida el equipo recuperaba muy rápido y esa parte del plan de partido la llevamos adelante muy bien. Trinidense es un equipo muy intenso, que con los saltos de presión intenta incomodar a los rivales”, comenzó en su análisis.
Y agregó con respecto a los cambios: “Los muchachos tuvieron paciencia para atacar, pero si nos faltó fluidez y precisión entre líneas. También nos faltó terminar más las jugadas, pero la victoria fue merecida, en el balance marcamos una diferencia que a veces en los partidos no es tan simple poder marcar. Si faltó más finalizaciones. Los cambios nos volvieron a ayudar y dar frescura”.
Además, destacó el ingreso de Lautaro Blanco, quien asistió a Anselmino en el gol: “Son partidos muy parejos, donde se hace complejo encontrar esos espacios. La entrada de Blanco, Zenón y Benedetto nos dio más presencia en el área” y agregó que el lateral izquierdo también sumó “mayor profundidad en la banda”.
El análisis sobre el planteo de Trinidense
Con un sistema de 4-5-1, el equipo paraguayo se refugió en su área con el objetivo de anular los ataques de Boca, tanto por dentro como por las bandas, y también para estar replegado para salir a atacar de contragolpe.
Sobre esto, Martínez comentó: “Trinidense llevó adelante un plan de partido que pudo ejecutar bien, defendían cerca del área de Samudio y atacar en espacios reducidos es muy difícil. Teníamos que tener paciencia para romper ese bloque defensivo, por banda izquierda nos faltó profundidad porque Saracchi quedaba muy solo ya que Taborda abandonaba la banda para buscar la pelota. Fue de esos partidos en los que si uno logra poder abrirlo empiezan a aparecer más claros esos espacios. Rescato mucho la paciencia que el equipo tuvo para seguir buscando el partido. La pelota la movíamos a una buena velocidad y creo que si nos faltó finalizar más jugadas. El otro día, mirando el partido de Trinidense en Fortaleza, perdiendo 1 a 0 a Fortaleza le costó marcarle un gol más y llegó recién sobre el final”.