No podía ser de otra manera. Pep Guardiola metió desde el banco a Sergio Agüero para que juegue sus últimos minutos en la Premier League con la camiseta del Manchester City luego de diez años en el club y el delantero respondió de la única manera que sabe: dos goles en una ráfaga para convertir la victoria ante Everton en goleada.
Primero el argentino aprovechó una buena presión de su equipo para meterse al área, dejar en el camino a dos rivales y pegarle con el revés del pie para que se vuelvan locos los hinchas allí presentes. Poco después, llegó un centro perfecto que él conectó de cabeza buscando presionar al DT para lo que se viene.
El 29 de este mismo mes es la final de la UEFA Champions League ante Chelsea y sabe que debe romperla en la semana también para que el técnico lo ponga desde el arranque o al menos pueda meterlo en el segundo tiempo, para lograr dejar la institución de la que es ídolo con un título grande bajo el brazo.
+El gol:
De más está decir que hace varias jornadas el conjunto de la capital inglesa se coronó en el torneo local, por lo que el duelo que se disputó hoy no tenía ningún tipo de importancia en cuanto a la tabla.