Un día que Sergio Agüero no olvidará nunca más. Después de unos 10 años como jugador del Manchester City, ante Everton, entró por última vez desde el banco en un partido de Premier League, por lo menos por varios años. El delantero se va al Barcelona para ser compañero de Lionel Messi, su gran amigo con quien vivió muchos momentos en la Selección Argentina.
Pep Guardiola decidió no hacerlo jugar desde el arranque y con un 3-0 que ya tenía todo definido para el campeón del torneo localen Inglaterra, lo puso para que los hinchas ahí presentes lo puedan ovacionar, cantar por él y aplaudirlo hasta que les duelan las manos. Claro está, lo más importante se juega el 29: la gran final de la UEFA Champions League.
Como si no pudiese ser de otra manera, el argentino metió doblete: primero el argentino aprovechó una buena presión de su equipo para meterse al área, dejar en el camino a dos rivales y pegarle con el revés del pie para que se vuelvan locos los hinchas allí presentes. Poco después, llegó un centro perfecto que él conectó de cabeza.