Los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional de Argentina pusieron frente a frente, nada más ni nada menos, que a Boca Juniors y River Plate. Sí, los protagonistas del Superclásico, de ese partido que nadie quiere perderse a lo largo y a lo ancho del planeta, chocarán buscando las semifinales del mencionado certamen doméstico.
Tras las campañas que tuvieron lugar en la primera instancia, el Xeneize culminó segundo, mientras que el Millonario terminó tercero. Como consecuencia de ello, el equipo comandado tácticamente por Miguel Ángel Russo tendrá la ventaja y el privilegio de disputar el partido único en condición de local, más precisamente en la Bombonera.
Pero lo cierto es que este Superclásico será muy especial y diferente a todos. Es que, horas antes del desarrollo del mismo, se confirmó un brote masivo de coronavirus en la formación que encabeza estratégicamente Marcelo Gallardo. Un importante número de jugadores dieron positivo de COVID-19 y quedaron inmediatamente descartados.
Es que, en primera instancia,Enrique Bologna, Germán Lux, Franco Petroli, Paulo Díaz, Robert Rojas, Bruno Zuculini, Nicolás De La Cruz, Tomás Castro Ponce, Rafael Santos Borré y Federico Girottiencendieron absolutamente todas las alarmas al dar positivo de coronavirus, generando una gran preocupación en el equipo Millonario.
Paralelamente, las cosas se presentaron muy diferentes en el campeón vigente del fútbol argentino. Es que, mientras en River reinaba el caos, en Boca solamente se preocupaban por el armado del equipo con prácticamente todos los integrantes del plantel a disposición. Un contraste abrupto, casi como nunca se vio en toda la historia.
Para colmo de males, posteriormente, más jugadores presentaron síntomas y fueron sometidos a los testeos correspondientes. Así fue como Franco Armani,Santiago Simón, Agustín Palavecino, Benjamín Rollheiser y Matías Suárez se sumaron a la lista de contagiados. Un clima realmente durísimo para River, que tendrá que ir por una victoria heroica en el Superclásico.
De todas maneras, salvo algún imprevisto, el Boca vs. River se llevará a cabo en medio de las condiciones mencionadas. Y, pese a lo acontecido en la formación visitante, no quedan dudas de que será otro de esos partidos inolvidables que quedarán marcados en la historia. Sí, como todos y cada uno de los Superclásicos jugados.