En un duelo completamente de necesitados y dos entrenadores nuevos que incluso se encuentran dando sus primeros pasos en Primera División, Tigre y Vélez se midieron en el Estadio José Dellagiovanna de Victoria y propinaron un partido con emociones que variaron y que finalizó en un agónico 2 a 1 para los locales.

Tras un primer tiempo en donde no hubo mucho por destacar, los de Juan Manuel Sara fueron superiores generando las situaciones de mayor peligro pero no lograron efectivizar los remates ya que muchos de ellos se fueron desviados y otros tantos los atajó Leonardo Burián, quien completó una buena actuación reemplazando a Gastón Gómez a última hora.

Vélez, en tanto, en la primera parte se mostró errático e impreciso, pero logró evitar la caída de su arco en los 45 minutos iniciales. Y si bien en el complemento salió más decidido a pelear palo a palo el partido frente al Matador, gracias al gol de Aaron Molinas fue Tigre el que golpeó primero en el encuentro.

El primer tanto en la carrera del volante cedido desde Boca parecía no alcanzar para los locales debido a que solo dos minutos después, los pibes del Fortín siendo dirigidos por Marcelo Bravo pusieron la cara en la adversidad de ese momento y consiguieron el empate parcial en los pies de Elías Cabrera, tras una jugada que redondearon de gran manera entre Lenny Lobato y Julián Fernández.

Sobre la hora, cuando parecía que el 1 a 1 en el marcador iba a ser definitivo, un desborde desde la zona derecha de Agustín Forclaz que terminó en un centro atrás se desvió en Miguel Brizuela y marcó el 2 a 1 final para Tigre de manera insólita. De esta forma, Juan Manuel Sara comenzó su ciclo en el Matador con un triunfo tras 7 partidos sin ganar en el ámbito local, mientras que Vélez sigue profundizando su crisis futbolística e institucional acumulando 13 encuentros sin ganar por Liga, e incluso corre riesgo de quedar último en la tabla si Huracán, Banfield y Arsenal ganan sus cotejos. Durísimo presente para los de Liniers.