Una cosa está clara con lo sucedido anoche en el Mineirao y es que fue un bochorno total. Dentro y fuera de la cancha. Lo del arbitraje en el campo de Esteban Ostojich y del VAR de Julio Bascuñán fue aún más vergonzozo que lo hecho por Andrés Rojas en La Bombonera en el partido de ida.
Y aún fue peor de todo lo sucedido en los pasillos del Mineirao, donde la policía y los encargados del operativo de seguridad golpearon y reprimieron a los jugadores de Boca, quienes reaccionaron también violentamente y se dio una situación que quedará grabada por años por lo impactante que resultó.
Posteriormente, la delegación completa fue demorada y llevada a la comisaría, lo que demoró doce horas el regreso de Boca a la Argentina y con la confirmación de que, tanto lo ocurrido en los pasillos del estadio como lo siguiente en el destacamiento policial fueron suficientes como para que se rompa la burbuja sanitaria del equipo respecto al contexto pandémico.
Esto siguen significando malas noticias para Boca, ya que se confirmó que no podrán jugar los próximos dos partidos del torneo local ante Banfield y San Lorenzo respectivamente.
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Sin embargo, según confirmó Emiliano Raddi, todos los hisopados hechos al plantel y la delegación de Boca apenas llegados a Buenos Aires dieron negativo, por lo que nadie es portador de Covid, pero así y todo tendrán que respetar los siete días de aislamiento obligatorio por la ruptura de la burbuja consignada por el Ministerio de Salud de Argentina.
