Que no estaba a la altura de un refuerzo o que nuevamente se comerían un queso en el plantel. Esas fueron parte de algunos comentarios que realizaron los hinchas de la Universidad de Chile durante esos momentos en que Leandro Fernández no daba resultado en la cancha.

Fuera de posición, que no es puntero ni tampoco un nueve de área y que sus constantes alegatos y reclamos, lo desenfocaban a él y al resto de sus compañeros, en fin. Así vivió el ex Independiente su debut en canchas chilenas.

Pero hubo un instante en que todo cambió y si bien en el duelo ante Magallanes en La Serena tuvo un gran repunte realizando una maravillosa asistencia para Cristian Palacios en el segundo gol del chuncho, su repunte fue el 19 de febrero en el Estadio El Teniente de Rancagua, donde no solo convirtió el gol del triunfo ante O’Higgins, si no se le vio mucho más participativo y su conquista era cosa de tiempo.

Esa conquista en los descuentos ante los celestes, le permitió a Fernández convertir su primer tanto en canchas nacionales, lo había buscado y el cambio de esquema, claramente lo ayudó y fue otro. De ahí en más, el trasandino se ha ido consolidando como el hombre gol de la U ante la ausencia del Chorri.

Su primera celebración en Chile, con el bailecito tan típico (Agencia Uno)

Conquista ante Curicó Unido en el Maule y lo propio frente a Unión La Calera en Santa Laura, esta última, con una gran definición donde el golero Omar Carabalí nada pudo hacer. Esta modificación táctica, da cuenta que el hombre de la celebración con baile de cumbia le acomoda cien por ciento y a Mauricio Pellegrino le restaría por determinar quién será en definitiva, su compañero en ataque si el propio Palacios o Nicolás Guerra, como ha venido ocurriendo en los últimos duelos.

De todas formas, un Leandro Fernández que entusiasma a los hinchas de la U de cara al Superclásico ante Colo Colo del próximo domingo 12 de marzo en el Estadio Monumental y tal como lo dijo él en su llegada, “este año eso va a cambiar (la historia)” , al menos sus últimos partidos, da para ilusionarse.