Formado en Universidad de Chile, debutante en la era de César Vaccia de ese equipo que ganó todo a nivel local. Tras eso, un préstamo en el sorprendente Rangers de Talca, para posteriormente volver a la U y luego años por Chile y el extranjero.

Fue así como Universidad Católica puso sus ojos en Marcos González el año 2008 y fueron tres temporadas a un gran nivel, incluso en el título con los cruzados el año 2010, fue uno de los mejores jugadores no solo en los de la precordillera, si no del certamen. Pero, si fue pieza fundamental en un equipo de los acérrimos rivales de la U, ¿Cómo es que volvió? 

Como el propio “Lobo del Aire” cuenta, en la Católica esperaba el regreso de la competencia y en la institución no había claridad respecto a su renovación de contrato. Fue así, que los astros se alinearon y tras la partida de Mauricio Victorino, la U requería un central y Sampaoli la tenía clara, González es el hombre. La dirigencia de Azul Azul ofertó por el jugador a la Uc

“Habían operado a mi señora y era medianoche, me llama mi representante para decirme que el tema se había cerrado, era en ese momento ya que si no, seguía en Católica”, nos cuenta de arranque.

Marcos González fue jugador clave en la U ganadora de la Copa Sudamericana en 2011 (Agencia Uno)

¿Te motivó que haya sido la U el equipo que mostró interés?

Gracias a Dios fue la U y no había mucho que pensar.

Pero tuviste poca continuidad en las primeras semanas…

Es que eso ya era una decisión técnica. El equipo estaba conformado y yo llegué un poco tarde, es por eso que tuve que hacer una especie de pretemporada con dos jugadores más. El equipo comenzaba a andar y bueno, después ya me integré al plantel.

Hasta que llegó ese duelo en Santa Laura ante Wanderers…

Si, gracias a Dios pude marcar un gol y ganamos ese partido.

¿Cómo viviste esas primeras fechas de Apertura 2011?

Normal, con nervios. Nos costó en los primeros partidos y el equipo andaba relativamente bien. Fue normal y era obvio que iba a costar agarrar la forma que quería el técnico, pero sería cosa de dos o tres partidos.

Universidad de Chile gano tres títulos en 2011 (Agencia Uno)

¿Sampaoli te contó antes que serías titular en la final de vuelta ante la UC?

Es que la verdad es que no son muchos los técnicos que se acercan y te dicen que serás titular. Los entrenadores te ponen o sacan en los entrenamientos, ahí el profe iba poniendo a los jugadores.

¿Te sorprendió ser titular?

No, porque estaba claro. Ellos tenían a Pratto como su hombre fuerte, su envergadura, velocidad, habilidad y marcaba diferencias en Católica. Fui su compañero y lo conocía entonces para mi no era sorpresa jugar la final de vuelta, más bien respondía a una necesidad de equipo, de plantel, de probar a otros jugadores que podían dar resultado.

Pero así y todo hizo un gol producto de un “error” tuyo…

Sí, claro. La pelota pica, le pego con la canilla y le sale un pase gol (rie). En ese entonces tenía treinta años y me han pasado muchos chascarros así, no era la primera. El fútbol está hecho de esas cosas y el jugador sabe que se expone a eso, es normal. 

El equipo perfectamente se pudo haber venido abajo, ¿O no?

Es que el funcionamiento que teníamos estaba tan clarito, nuestra forma de jugar era presionar y presionar, así es que no había forma que eso nos echara para atrás lo que veníamos haciendo. Para ellos era el empate, para nosotros no más que eso, quedaba mucho partido y teníamos la convicción sumado al potencial. No era gran dolor o decepción para nosotros, si no algo normal que puede pasar en un partido.

Marcos González fue fundamental en el equipo de Jorge Sampaoli (Agencia Uno)

¿En qué momento sentiste que ya no soltarías más la titularidad?

Yo entrenaba para ganarme el puesto, pero en mi cabeza nunca estuvo el “soy el titular”.

Vamos a la Copa Sudamericana, ¿Momentos complicados de la competencia?

El partido en Conce. Cancha barrosa, partido trabadísimo. Después en la Copa empatamos con Fénix y Vasco, fueron pocos. Es por eso que por las condiciones, lo de Concepción fue lo más difícil, lo empatamos a dos.

¿Cómo recuerdas el partido ante Flamengo por la Sudamericana?

Enfrenté muchos de esos partidos a lo largo de mi carrera, pero nosotros ya veníamos construyendo algo y que a pesar del rival, tu equipo entraba y se comportaba igual en la cancha, eso te daba más tranquilidad.

¿Eso mismo le da más validez a la copa obtenida?

Es que cuando analizo y me doy cuenta (con respeto) que para ganar la Copa no te tocaron rivales ni peruanos, ni venezolanos y que cuando te tocan ellos te da más opciones de ganar los partidos. Pero nos tocaron argentinos como Arsenal, Vasco y Flamengo por Brasil, rivales uruguayos, en fin, y eso mismo nos permitió ver el real nivel en el cual estábamos. Eduardo Vargas, Charles Aránguiz no habían explotado, lo mismo otros jugadores y ahí lo hicieron.

¿Y los viajes?

Eran entretenidos, pero agotadores, física y mentalmente. Pero estábamos tan bien entrenados que finalmente nos gustaban.

¿El hincha te veía como alguien serio dentro de ese plantel?

Es normal, por la posición incluso en la que jugaba. Te vas forjando una personalidad no seria pero sí de mucha concentración. Como defensa enfrentas a los mejores jugadores del otro equipo y eso te lleva en que debes estar al cien, tus entrenamientos, tu alimentación, tus descansos, tu error significa un gol o que el equipo pierda. 

¿Eras como un padre para tus compañeros?

No tan así(risas). Uno ayuda con la solidaridad, con la entrega, pero ellos eran bastante profesionales y sabían lo que tenían que hacer. A los más jóvenes había que enseñarles, pero no es que no supieran nada, si no que ven el estadio lleno, que hablaban de ti en la prensa, las luces y había que ayudarlos para que no se nos desvíen.

Universidad de Chile visitó La Moneda después de ganar la Copa Sudamericana (Agencia Uno)

¿Cómo fue ir al Palacio de La Moneda?

Entretenido. Fue sorpresivo, porque estando en la competencia no piensas en eso, si no en ganar, pero una vez obtenida la copa y te dicen “Van a ir a La Moneda” es como raro, porque nunca pensaste en eso ni estar con el Presidente. Pero todo el mundo contento, así es que entretenida la experiencia.

¿No fue problema para ti escuchar Reggeaton o a Los Wachiturros en el plantel?

No me hacía problema, me adapto a todo. Con treinta años ya había escuchado tanta música en los camarines, que una más o una menos, no afecta en nada. Wachiturros o el Reggeaton, las cumbias, después te terminan gustando y hasta cantando, se hacen parte de tu rutina (risas).

¿Tu mejor año en la profesional ese 2011?

Por el hecho de haber ganado un título internacional, sí ya que la U nunca lo había ganado. Venía de hacer unas buenas temporadas en Universidad Católica y antes en Estados Unidos, no fue tan sorpresivo en lo personal porque venia con buenos años y entrenando a full. Suma que también fui elegido mejor central de América, entonces más que sufrir era disfrutar.