Casos de futbolistas que han incursionado en el canto existe algunos en el fútbol chileno. Edson Puch, Marcelo Barticciotto y uno que otro más. Pero uno que haga esas dos cosas y además quiera subir a ring para boxear, hasta hoy al menos hay solo uno.

Tal es el caso de Manuel “Caté” Ibarra, exjugador de Universidad de Chile, Magallanes, Unión Española, Audax Italiano, entre otros, hará su estreno como boxeador a sus 47 años.

El exjugador azul será parte del Super 4, velada donde Rodrigo Sepúlveda y Sebastián Fontanilla se verán las caras por el título nacional superwelter. La jornada contará también con un homenaje al histórico Martín Vargas y además con la presencia del hijo de una leyenda del boxeo como lo es Muhammad Alí Jr.

“Caté” atendió el llamado de BOLAVIP para conversar sobre lo que será su debut en esta increíble velada, donde se medirá ante el creador de contenido de boxeo José Arce.

Sobre sus inicios en este deporte, confesó que lleva más tiempo de lo que algunos podrían creer: “Antiguamente cuando llegué a vivir a Santiago, muy joven a los 17 años, justamente conocí a un amigo que estaba en la federación de boxeo. Investigando de qué trataba, la curiosidad me apasionó, me metí a la federación con un profesor que era el “Chorizo” Acuña, lo hacía en paralelo al fútbol, pero era muy compatible. Me ayudaba mucho al entrenamiento de lo que hacía en el fútbol”.

“Me rayé un poquito y creía que podía pegarle a todo el mundo. Pero luego vino ese bajón, era muy joven también. Ya después en varios equipos lo practicaba esporádicamente”, complementó.

Caté Ibarra: colgar los botines para ponerse los guantes

“Caté” pasó por una serie de lesiones (y cinco cirugías) durante su etapa como jugador. Aquello lo hizo retirarse a los 33 años de la actividad defendiendo la camiseta del Audax Italiano. Una vez dejó el fútbol, nunca se dejó estar y practicó otros deportes.

“Ya retirado del fútbol empecé con los entrenamientos a cuidar la condición física, estudiar un poco. Yo me retiré del fútbol porque tuve una lesión importante, tuve cinco operaciones. Medio desahuciado no podía jugar más a la pelota y otros varios deportes que tenía restringido”, aseguró.

Sobre cómo se gestó esta oportunidad como boxeador, añade que: “En base a cuidado, hoy hago mucho deporte, coincide en que la condición física viene bien. Me llamaron para una velada de box para el Super 4 donde peleaban las semifinales para clasificar a las finales por el título de chile superwelter. Estuve de invitado y tuve muy buena recepción de la gente. Me dijeron ‘querís’ pelear’, yo dije que no… insistieron, me ofrecieron pelear con un cabro que hace peleas diarias. Dije que sí y fue un boom”.

Varios excompañeros de Universidad de Chile están más que motivados para lo que será el estreno de Ibarra en el boxeo, entre ellos, Johnny Herrera: “Me llamó mucha gente, mis compañeros de la U quieren todos ir a ver la pelea. Mis compañeros de otras ligas que juego yo quieren ir a ver la pelea, mi familia quiere ir a ver la pelea. Ya estaba full metido en esto y dije vamos pa’delante con todo”.

“Empecé a entrenar con el Demoledor Contreras, excampeón chileno. Voy a su academia y la verdad me ha servido mucho, tengo que llegar al peso. Es muy chistoso porque vamos a hacer el pesaje el día anterior y lo haremos en una plaza en Santiago Centro. Me parece en la Plaza de Armas será el pesaje y el cara a cara. Ha sido bastante entretenido”, complementó.

La nueva vida del Caté Ibarra

Desde hace algunas semanas, el excampeón con los azules y medallista de bronce con La Roja en Sidney, se transformó en nuevo panelista del programa Picados TV, anteriormente conocido como Mediapunta y donde hoy están figuras como Claudio Borghi y su hijo.

“Me llamaron para un nuevo programa y ahí todos quieren hablar de la pelea. Todos con la motivación y se ha ido prendiendo demasiado. Me he puesto más disciplinado. Ahora recién a las 6:20 de la tarde terminé de trabajar, me doy un lapso de comer algo y vuelvo al gimnasio y después a trabajar de nuevo para el programa”, indica el exfutbolista.

Pese a que su pelea tiene el tinte de combate de exhibición, se toma las cosas muy en serio: “Las exhibiciones son como un partido amistoso. No tienen mucho de amistoso. Esto es muy parecido, quiero vivir la adrenalina de los boxeadores. Hay que cuidarse porque al menor descuido, puedes caer a la lona”.

“He estado muy preparado, cuidándome y siendo responsable a todo lo que conlleva este deporte. Saber cómo protegerte bien, esquivar, todos estos temas que so n cruciales, la preparación es clave. He pesado por muchos deportes y esto demuestra la intensidad del box, es un deporte muy completo, agilidad, no perder el foco, contragolpear, usar las piernas, la cadera, es todo un tema, la capacidad respiratoria. Asaltos que duran tres minutos con uno de recuperación, muy poco tiempo. Tiene una intensidad enorme. La preparación que hay que tener es enorme”, cerró.