Apenas cuatro horas antes del Clásico Nacional en el Estadio Azteca, Julio César Chávez tuvo una actitud polémica en la puerta del hotel de concentración del Guadalajara.

El legendario boxeador mexicano concurrió allí con varios guardaespaldas custodiándolo y gritó "¡Arriba el América!" a pesar de que había varios chivahermanos presentes.

Algunos aficionados del Rebaño Sagrado habían asistido allí para respaldar al plantel ahora comandado por Luis Fernando Tena en la salida en autobús rumbo al Coloso de Santa Úrsula.

El ex Campeón del mundo suele tener este alto perfil mediático y ahora hizo gala otra vez de ello apenas instantes antes del duelo más trascendente del fútbol azteca.