Tigres estuvo a minutos de uno de los papelones más grandes de su reciente historia. Los que supieron ser campeones del Clausura 2019, están teniendo un semestre para el olvido en la Liga MX y, casi, viven una caída impensada.

 

Los Felinos le ganaban 3-0 a Alianza en 25 minutos. Sin embargo, el equipo salvadoreño convirtió dos goles consecutivos y, de esa manera, estaban clasificando a los cuartos de final de la Concachampions.

 

Todo esto en el Estadio Universitario, lugar donde Nahuel Guzmán gozó de noches heroicas con atajadas inolvidables. Algo muy distinto sucedió en la noche del miércoles.

A los 94 minutos, Tigres estaba con el respirador artificial cuando disponían de un tiro libre a favor. Con la historia casi juzgada, es común que el arquero se disponga a ir a cabecear en un acto digno para suplicar por un milagro. Que sucedió; Guzmán elevó su metro noventa y tres y, de cabeza, le dio la clasificación heroica a su equipo a los cuartos de final de la Concachampions 2020.

La algarabía invadió a un estadio que, por varios minutos, se encontró en silencio pidiendo por una oportunidad más. Todos los presentes despidieron a sus jugadores como quienes acababan de presenciar un momento único. Histórico.