Son necesarios en el futbol. De lo contrario sería un deporte insípido, gris. Sin su presencia, la proclamada pasión futbolera quedaría reducida a un simple ánimo de entusiasmo limitado, patético. Los villanos, forjadores de las rivalidades, son personajes que le dan sabor al juego.

Algunos simplemente necesitan de aparecer en el momento más oportuno y en el lugar correcto para amargar al contrario, para echarle a perder la ilusión. No lo hacen con esa intención, debido a que ellos actúan en favor de su causa, es decir para el objetivo de su equipo. Que arruinen la alegría del adversario es mera consecuencia de su propósito.

 

En ese sentido, el aficionado mexicano está acostumbrado, desafortunadamente, a resquebrajar sus ilusiones ante la aparición de futbolistas que con goles o acciones derrumban cualquier ápice de esperanza cuando parece que la gloria está cerca. Por ende, esos mismos futbolistas se convierten de forma inmediata en enemigos públicos número uno por el mal que han hecho. Landon Donovan es uno de ellos, pero no está solo en la galería de pesadillas mexas.

Landon Donovan

Varias son las que le hizo este señor a México. Su gol en la Copa del Mundo Corea-Japón 2002 fue lo que más dolió y duele. El partido más ganable para el Tri en su adicción mundialista por clasificar y quedarse en octavos de final era contra Estados Unidos. Lo peor que podía pasar, sucedió: se perdió y Donovan anotó. ¡Cómo no guardarle rencor! Más aún por el recuerdo de su festejo.

Maxi Rodríguez

Con el coraje acumulado del Mundial anterior, el aficionado mexicano volvió a entusiasmarse en Alemania 2006. Al más puro estilo de los cruzazulinos, los mexas creyeron que era el campeonato bueno para llegar al mentado quinto partido, sin embargo, el miedo del resultado tan temido también estaba oculto en la psique. ¿Qué pasó? El miedo se materializó con un golazo de Maxi Rodríguez, argentino que hasta la fecha es innombrable en México.

Arjen Robben

Ni falta hace detallar lo que hizo este buen hombre para ganarse el desprecio nacional. Después de Brasil 2014 hubo mexicanos que incluso solicitaron a las autoridades migratorias impedirle el acceso al país en caso de que se le ocurriera vacacionar en playas mexicanas. ¿Cómo se olvida la falsedad de su rostro, ya no digan de la caída, antes de llegar al césped? ¿Cómo? Es imposible.

Epifanio González

Pagar derecho de piso como invitado de la Conmebol a torneos sudamericanos le ha costado sudor y lágrimas a México. El arbitraje no ha estado exento de obsequiar tragos amargos. Basta recordar el partido pitado por el paraguayo en una de las semifinales de la Copa América 1997. Todo le marcó en contra al Tri, se la pasó amenazando a los jugadores mexicanos y al final ganó Bolivia 3-1.