No hay mayor placer posible: Tigres venció a Monterrey por 2 a 0 en el Gigante de Acero, frente a toda su gente, y lo hundió todavía más en su mal momento.

Lo cierto es que el partido en general fue muy mal jugado: pocas situaciones de gol, nula circulación de pelota y un desarrollo muy interrumpido.

El segundo tiempo tampoco fue mejor, apenas un par de situaciones de gol de Rayados por intermedio de Rogelio Funes Mori y Carlos Rodríguez.

Marcelo Barovero y un rebote innecesario provocaron que Lucas Zelarayán abra el marcador a los 69 minutos. André-Pierre Gignac, luego de un tiro de esquina, le dio el segundo.

De esta manera, Los Felinos cortaron su mala racha, pero deben mejorar su juego. Lo de La Pandilla ya es desolador, y el entrenador Diego Alonso cada vez tiene menos banca...