En 2008, con casi dieciocho años, jugaba como profesional en el São Paulo, pero explotó en toda su dimensión en el Inter de Porto Alegre. A mediados del 2012, con veinte años, un año después de ser campeón y figura del Mundial Sub 20, Chelsea lo fichó por una cifra cercana a los 30 millones de euros. Era una de las máximas promesas del fútbol brasileño, aunque fue titular en el fracaso más grande de su selección: el 7-1 ante Alemania en la Copa del Mundo de 2014.
A partir de la temporada 2016-17,Oscarempezó a jugar cada vez menos en Chelsea, donde ganó dos Premier League, una Copa de la Liga y una Europa League. El 23 de diciembre del 2016, el mediocampista de apenas 25 años se marchó a jugar a la Superliga de China:Shanghai SIPG FCpuso más de 65 millones de dólares y le hizo firmar un contrato anual de 25 millones.
Si alguna rareza más le falta a la carrera profesional de Oscar, y a este 2020 que es cada vez más insólito no solo por una de las pandemias más grandes de la historia de la humanidad, es que el propio futbolista le abra las puertas a laSelección de China. Sí, así como lees. ¿Te lo imaginas?
En una entrevista conSportscenele preguntaron si se ve jugando en el conjunto nacional asiático: “Claro que pienso en ello porque es difícil ir a la selección nacional de Brasil porque estoy aquí. Pero en China todos ven lo bien que juego y su equipo nacional necesita un buen centrocampista, así que creo que puedo ayudarles“.
Igualmente, por último aclaró: “Me gusta China, pero los jugadores que van ahora a cambiar su nacionalidad podrían hacerlo mejor“. Y por qué no soñar con ver a Oscar siendo el Diez y capìtán de la Selección China en Catar 2022. Solo eso le falta a este año totalmente anormal.
