Nos duele a todos. Lorena Benítez, de 20 años, le tuvo que decir que no a los Juegos Panamericanos de Lima 2019.

Tras representar a la Selección Argentina en el Mundial de Francia 2019, cumpliendo un sueño, volvió con una decisión tomada.

Hace poco habían nacido Renata Isabella y Ezequiel Austin, sus mellizos, el tesoro más preciado para ella.

La rutina que lleva es inviable: trabaja por la madrugada en el mercado central con su pareja, duerme pocas horas y va a entrenar. No solo juega en Boca, sino también está en el plantel de futsal de Kimberley y la Selección.

Lo primero es lo que la mantiene económicamente, por lo que dejar el fútbol parece ser su mejor opción, por más dolor que le cause. "Primero la familia", afirma.

Al enterarse de la convocatoria de Carlos Borrello, contó: "Apenas me mandaron la citación para la Selección me di de baja. No iba a jugar más, tengo que trabajar para mi familia. De Boca me volvieron a hablar y me dieron una mano para que no deje el club y acepté. Pero terminaré el año y después seguro me dedicaré a mi familia. Con el trabajo que tengo, no puedo. Y no puedo dejar el trabajo. Ojalá fuera como con los varones. Rechacé varias ofertas del exterior, no puedo ir con mi familia. Mientras trabajemos las dos nada les va a faltar a los mellizos. Yo ya cumplí mi sueño, hoy sólo me importan ellos”.

Puro talento, en medio de una realidad triste. Ojalá pueda encontrar la forma de seguir adelante con su pasión, dándole lo mejor a los suyos.